Este 28 de diciembre, día de los Santo Inocentes, nos hubiera gustado que la normalidad a la que estábamos acostumbrados nos hubiese inspirado para hacer la inocentada de costumbre y haber echado unas risas; pero por respeto a la gente que tan mal lo está pasando, por una causa o por otra, este año nuestra inocentada se va a convertir en un deseo o en muchos deseos a la vez.
A principio de 2020, ni los más pesimistas barruntaban lo que el destino nos estaba guardando. Un escenario cruel, en el que muchos de nuestros prójimos han perdido la vida; en el que muchos de nuestros prójimos lo han dado todo para salvar vidas; y en el que muchos de nuestros prójimos se las han inventado para ser útiles a la sociedad, cada uno desde su parcela y desde sus posibilidades. Una vez más las cofradías de Úbeda han estado a la altura; en principio han velado por la seguridad de sus hermanos, evitando y suspendiendo encuentros, reuniones, fiestas principales, etc. incluso antes de que fuese decretado el estado de alarma, y en segundo lugar, haciendo lo posible por ayudar donde se ha creído más conveniente o donde se nos ha necesitado, siempre y como ya se ha apuntado, dentro de las posibilidades de cada una.
Nuestro deseo para el año venidero, y pensando en pretérito, es cerrar los ojos y ver que todo ha sido un mal sueño y que nada de lo que hemos vivido ha ocurrido en realidad. Parece una quimera pensar eso, e incluso a alguien le puede chirriar, pero no deja de ser un deseo que seguro a muchos se le ha pasado por la cabeza.
Nuestro deseo de futuro es, que todo esto se acabe pronto y que podemos volver cuanto antes a vivir normalmente. También os pedimos responsabilidad y respeto para con las personas que nos rodean, sobre todo para las más vulnerables; todo esto lo conseguiremos actuando acorde a las directrices que nos mandan las autoridades sanitarias en todo momento.
Cuando todo esto pase, volveremos a vivir y a disfrutar de nuestros cultos, de nuestras reuniones, de nuestros pasos en la calle… pero antes y ante todo, debemos de tener un poco de paciencia, cuidarse y así cuidaremos también a los demás.
Feliz año nuevo y que Nuestra Señora de Gracia nos proteja a todos bajo su manto, desde la puerta de la Adoración en un Lunes Santo eterno.
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Fotografía de Jon Ander Terroba Expósito |
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